Crónica - Dominic Monaghan y Evangeline Lilly - Su paso por Argentina

    Compartir

    Hace dias lei esta noticia, pero al parecer nadie la ha publicado, relata la estadía de Dominic y Evangeline en Argentina, asi que aqui se las dejo:

    Dominic Monaghan

    “Me costó entender la expresión Caiga quien caiga”
    El ex hobbit de El Señor de los Anillos, también protagonista de la exitosísima Lost, visitó el país con su novia, Evangeline Lilly –la más linda de la isla de la serie– para grabar el programa piloto de la versión norteamericana de CQC.

    CLICK PARA SEGUIR LEYENDO
    Entre risas, explica el que fue todo un escollo: “Lo que más me costó entender fue la expresión ‘caiga quien caiga’”. Es que Meriadoc Brangigamo (su personaje en El Señor de los Anillos) o Charlie Pace (el roquero que encarna en Lost), más conocido como Dominic Monaghan (31), tuvo que dedicarse a descifrar el humor criollo desde que fue elegido como panelista de CQC en su versión norteamericana. El formato, comprado por Eyework y también producido por Cuatro Cabezas, tiene fecha de desembarco en pantalla para fines de julio, aunque la cadena donde se verá es un misterio. “Me enorgullece ser un hombre de negro. El programa va a ser uno de los pocos sitios donde me van a poder ver con camisa y corbata. Además, es ideal para mí, porque disfruto el humor ácido y la ironía”, sentenció el actor.

    El sábado 14, en un vuelo desde Los Angeles, el actor y su novia, Evangeline Lilly (28, Kate Austen, la más linda de Lost), llegaron al país en secreto. Nadie estaba autorizado para dar a conocer la novedad. Pero apenas pisaron tierra firme, la noticia corrió como pólvora encendida. “El vuelo es agotador”, se le escuchó decir a él por los pasillos, para agregar más tarde: “Lo que mata es la escala”. Ella, por su lado, se mostró con perfil bajo. ¿Secretos de su estadía? Se alojaron en la habitación 710 del Hotel Faena –de 35 metros cuadrados–, con vista a la ciudad y a Puerto Madero. ¿Los lujos? Tenían sábanas de algodón egipcio y una cama king size (es decir, de dos metros por dos metros). ¿El precio? Unos 490 dólares más IVA. Todo eso fue suficiente para que no quisieran moverse del lugar.

    El lunes 16, cuando comenzó CQC –en los estudios de Pavón al 2400–, la gente que estaba en el piso esperando a Mario Pergolini, Eduardo De la Puente y Juan Di Natale no salía de su sorpresa con la presencia de los actores. “Claro, hoy no nos dan bola”, lanzó al aire un Pergolini irónico. A lo que Di Natale remató: “Es que ellos pelean en la isla con monstruos”. Pero, de nuevo al silencio. No se podía contar nada.

    UN TRIO EN INGLES. El jueves a la mañana, Dominic salió de su refugio en Puerto Madero con destino a Telefe. “No me acostumbro al frío... ¿Quién habrá sido el que me dijo que en la Argentina era verano? Cuando me enteré de que no era así, me quise matar”, bromeó al salir del lugar ¡en remera!. Después se metió en la camioneta y de ahí, directo a su camarín, donde lo esperaban sus compañeros de panel, Greg Giraldo y Zach Selwyn.

    Ya con el reglamentario traje negro, cuando la tribuna vio por primera vez al fanático de Manchester United –y obviamente, de Carlitos Tevez–, le gritaron desde las gradas: “¿Vas a volver a Lost?”, ya que Charlie Pace murió en el último capítulo de la tercera temporada. A lo que él respondió: “Puedo llegar a regresar... Y la mejor parte es que cuando vuelva voy a seguir siendo un fantasma... ¡pero súper sexy! Además, era muy fucking aburrido ser niñera”, respondió haciendo referencia a su rol y a Aaron, el bebé de la serie. Así nomás, sin rodeos, comenzaron a grabar el piloto para la versión norteamericana.

    Sin lugar a dudas, el rubio se divirtió durante toda la tarde de grabación. De a ratos, Dom jugaba con la tribuna preguntando: “¿Tienen hambreee?”. La tribuna le respondía de modo afirmativo. “Yo también”. Al rato, interrogaba al público: “¿Se quieren ir?”. El “¡sí!” desesperado, después de seis horas de grabación, no se hacía esperar. “Yo también”.

    ¿QUIEN ES DOM? Nació en Berlín y a los seis años viajó con su familia a Heaton Moor, Inglaterra. “Cuando vi por primera vez La Guerra de las Galaxias dije: ‘Voy a ser actor’”, cuenta. Por eso, cada vez que se estrenaba en el colegio una obra nueva, no era nada raro verlo en el reparto. Ya sea Oliver Twist, A Christmas Carol o Bugsy Malone, Dom era figurita repetida en el escenario escolar. Más tarde profundizó sus estudios de literatura inglesa y teatro en el Instituto St. Anne’s. “Cuando ingresé al taller de actuación ya tocaba el cielo con las manos. Ese mundo era apasionante”, explicó en una oportunidad.

    Pero la cosa no terminó ahí. Al poco tiempo formó parte de la Asociación de Teatro Juvenil de Manchester. Ese fue su ticket a la fama, porque fue elegido entre un grupo de alumnos para formar parte de la serie Hetty Wainthropp Investigates. Lo que sigue es historia conocida. Fue uno de los cuatro hobbits (y el más alto por un centímetro, gracias a su metro 70) de El Señor de los Anillos, al igual que Elijah Wood (personificando a Frodo), Billy Boyd (Pippin) y Sean Astin (Samsagaz). Eso lo llevó a vivir a Los Angeles y a padecer una depresión. Pero no pasó mucho tiempo así: fue convocado para Lost. A fines de septiembre del 2004 ya era uno de los sobrevivientes del vuelo 815 de la aerolínea Oceanic. El piloto de la serie –que es una producción de ABC Studios y Bad Robot–, costó 11 millones de dólares y fue grabado en la isla Cahu, del archipiélago de Hawai.

    Ahí conoció a su actual pareja, Evangeline –Kate o Pecas en la serie–. Parece ser que a uno de sus allegados se le escapó la gran noticia del casamiento y, a pesar de haber tenido una profunda crisis a principios de año, los chicos quieren rendir tributo a la serie que los unió y dar el “sí” en Hawai. Desde hace tres años conviven en la nueva casa que el actor compró en las costas de ese archipiélago del Pacífico. “No hay nada más lindo que pasarse el día en la playa jugando con las olas”, cuenta el surfer novato, que aprendió a cabalgar el mar junto a los otros tres hobbits. Por lo visto, aún no superó su etapa de los anillos e incluso tiene tatuado en su brazo derecho el número 9 en élfico, como todos sus amigos de la comunidad fantástica.

    Ahora se prepara para su nuevo desafío. Esta vez vuelve a la tele, pero como conductor. ¿Podrá superar la marca registrada del humor argentino? ¡Qué buena pregunta, Mario...!
    Por Romina Redl. Fotos: Julio César Ruiz, Emiliano Elías, AFP y La Ultima Noticia (Chile)

    Fuente